lunes, 13 de julio de 2009

Formas futuristas pero con materiales tradicionales



Apartamentos Chesa Futura en St Moritz, Suiza. Estudio Norman Foster .
En un ambiente de naturaleza en plena montaña suiza, ¿cómo insertar un edificio que quiere ser producto de la arquitectura de hoy pero tiene que fusionarse con la naturaleza del lugar?, si algo admiro del estudio de Norman Foster es que se atreve con todo, es completamente adaptable y se reinventa a si mismo en cada proyecto, ¡qué capacidad de renovación! Es de los pocos que he visto que proyecta edificios de arquitectura moderna con soltura y elegancia pero con estilos completamente diferentes unos de otros.
Respecto a esa forma de riñón, construída enteramente con piezas de madera, decir que las nuevas técnicas de diseño y construcción basadas en el software de última generación permiten que la arquitectura adquiera formas completamente orgánicas que antes eran muy difíciles de construir. Esto es un caldo de cultivo que facilita que hoy tengamos más posibilidades para romper de vez en cuando con el extremo racionalista y cuadriculado de la mayor parte de la arquitectura que se produce, fruto de una sociedad también racionalista y cuadriculada demasiado alejada de la realidad espontánea, emocional y orgánica de la naturaleza que nos vio nacer.

lunes, 22 de junio de 2009

Fantasía de formas y color en el Mercado de Santa Caterina




Mercado de Santa Caterina en Barcelona Enric Miralles
Esta si que parece una obra directamente salida de algúna historia de fantasía. Como las obras del arquitecto protagonista de la ciudad, Gaudí, el Mercado de Santa Caterina parece estar inspirado en las formas orgánicas e irregulares de la naturaleza y sus variados colores. Un icono de belleza e imaginación en el medio de la ciudad que, como en cualquier otra, predomina la línea recta, lo ortogonal, lo racional y lo lógico, parámetros que dejan poco espacio para la espontaneidad en los volúmenes que conforman las ciudades, básicamente edificios, y que nos aislan de la naturaleza como el asfalto nos aisla de la tierra.

Navegar entre olas de mesas y luces filtradas


Doriana y Massimiliano Fuksas. Armani Ginza Tower en Tokio
Navegar entre olas sentado en una mesa en un bar puede ser una experiencia fantástica, y entre ola y ola puedo visitar a otra mesa que esté a la deriva un poco más allá de la nuestra. ¿Qué mejor que vivir una escena que despierte nuestra fantasía? Conseguido a base de el juego de curvas de los asientos y separadores y una luz íntima y focalizada que se deja pasar a través de los calados de las "olas" formando dibujos en el suelo, esto es diseño de interiores del que deja volar nuestra imaginación.

viernes, 19 de junio de 2009

Arquitectura efímera escenográfica



Stand Grupo 2002, diseñado y construído por Sola&Barleycorn
En el ambiente de una feria los estímulos de luces, colores y formas nos sobrecargan los sentidos y nos impiden apreciar nada, sin embargo este stand pretende romper con toda esa agresividad rebajando los niveles de luz, usando blancos y negros y simplificando las formas, crear oscuridad con una tela opaca negra por encima y así poder focalizar la atención en unas torres de luz suspendidas del techo, como si se tratara de un escenario. La disposición irregular de estas hace que en su recorrido se generen diferentes ángulos y planos que vayan conformando un paisaje impredecible.

Fantasía y color en una ambiente bohemio







BPM Studio, Bloom Caffe & Food
Es interesante observar como unas bellas ilustraciones pueden ser las protagonistas de un interior bello. No hacen falta formas retorcidas, materiales de alta tecnología ni sofisticadas complicaciones técnicas para sentirse a gusto en un espacio, sino que la fantasía orgánica y la belleza del color de los dibujos que ocupan gran parte de las superficies de paredes y techos es suficiente. El resto de los elementos, los muebles con colores en los mismos tonos y algunas plantas, sólo acompañan para potenciar los dibujos.


jueves, 18 de junio de 2009

Nuevos conceptos de espacio en hostelería




El hotel Aire de Bárdenas en Tudela, Navarra, concebido por los arquitectos Emiliano López y Mónica Rivera forma parte de un nueva forma de concebir la hostelería. Lejos de la idea de pasar las noches en algún lugar porque nos econtramos visitando algún sitio fuera de nuestra ciudad, este concepto de hotel es vivir una experiencia en sí misma.
Vivir los espacios y no sólo visitarlos puede ser una gran oportunidad para desarrollar nuestra creatividad, inspirarnos y romper esquemas, y un hotel nos permite hacer esto.

La arquitectura del hotel se aleja del impersonalizado edificio de varias plantas para integrarse con la naturaleza a ras de suelo.

Nos trasladamos a un hábitat completo que puede inspirarnos gracias a su sencillez y, sobre todo, porque cada habitación donde viviremos tiene su propia colocación, su orientación, sus pequeños rincones y una comunicación con la naturaleza exterior a base de patios individualizados.

Puede ser una oportunidad de experimentar nuestro espacio, nuestras fantasías, nuestra creatividad.